María Díaz de Haro es uno de los personajes más conocidos y queridos de Portugalete, ya que fue ella quien fundó la Villa en 1322, otorgando a sus pobladores una serie de derechos que quedaron reflejados en la famosa Carta Puebla, que tras desaparecer años más tarde, fue ratificada con un nuevo documento por Juan II de Castilla en 1432. Décima persona en estar al frente del Señorío de Vizcaya y primera mujer en ostentarlo, María Díaz de Haro fue una de las personas más importantes e influyentes de su época, teniendo un mandato varias veces interrumpido debido a las vicisitudes del momento y a la propia historia de su familia.
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María Díaz de Haro fue la primera mujer en ostentar el Señorío de Vizcaya |
Los primeros años de la X Señora de Vizcaya
María Díaz de Haro, apodada “la Buena” por la gestión que de su Señorío hizo a lo largo de sus tres mandatos, vivió en una época convulsa en la que la tierra era difícil de cultivar, se sacaba poco rendimiento de ella y se vivían constantes luchas de poder entre reyes y señores feudales, cuestiones que propiciaron que los campesinos emprendieran el éxodo a las incipientes villas en busca de una vida mejor.
Perteneciente a la familia de la Casa de Haro (linaje de la nobleza feudal de la Corona de Castilla), María nació en 1270, siendo hija de Lope Díaz III de Haro (VIII señor de Vizcaya) y Juana Alfonso de Molina. Muy joven, a la edad de 18 años, fue casada con el infante Juan de Castilla, como una maniobra de su padre y del rey castellano Sancho IV (hermano del novio) para buscar alianzas entre la poderosa familia Haro y el reino de Castilla.
Pero un año después de su boda, en 1289, un enfrentamiento entre Lope Díaz III de Haro y Sancho IV acabó con la muerte del primero y con la entrada en prisión del infante Juan de Castilla, que se había puesto de parte de su suegro y en contra de su hermano. En ese momento el Señorío de Vizcaya es heredado por Diego López IV de Haro, hermano de María, pero por poco tiempo, ya que este murió tan solo un año después, en 1290.
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Su imagen sigue muy presente en Portugalete |
El Señorío de Vizcaya en manos de una mujer
Heredera de su hermano Diego, María se convirtió en la X Señora de Vizcaya, primera mujer en ostentar este cargo, si bien, con su marido en la cárcel y las luchas del momento, el verdadero gestor de territorio fue Sancho IV, quien mantuvo su influencia hasta su muerte en 1295.
El fallecimiento del rey castellano propició un momento de confusión y lucha por la herencia que dejaba, lo que aprovechó Diego López V de Haro (tío de María) para quedarse con el Señorío, arrebatando el puesto a su legítima dueña, por lo que este fue apodado “el intruso”. Este Lope de Haro es quien fundó la villa de Bilbao el 15 de junio de 1300, reconociendo años más tarde, en 1309 a su sobrina como verdadera heredera de Vizcaya y firmando un documento por el que decía que ella le sucedería tras su muerte.
Así, tras el fallecimiento de
Diego López de Haro luchando contra los árabes en Algeciras en 1310, comenzó el
segundo mandato de María Díaz de Haro, que aunque en los primeros momentos
contó con la oposición del hijo del fundador de Bilbao, consiguió mantenerse
como Señora de Vizcaya hasta 1322. En este año, y tras haber enviudado en 1319,
María se retiró al Monasterio de la Consolación de Perales, Palencia,
dejando como heredero a su hijo Juan de Haro “el tuerto”, quien sería el
XI Señor de Vizcaya. Aún así, y pesar de su retiro, María se mantuvo al tanto de todo lo que ocurría en su territorio, continuando activa en la toma de importantes decisiones.
La figura de la Señora de Vizcaya tuvo un lugar muy importante en el 700 aniversario de la Villa
María Díaz de Harok zerbait kontatzeko du/María Dìaz de Haro tiene algo que decirnos
Ayuntamiento de Portugalete 700
El mandato de Juan de Haro fue breve, hombre ambicioso, se granjeó la enemistad de otros reyes y señores de su tiempo, así, Alfonso XI le convocó a una reunión en Toro, en 1326, con la excusa de negociar y pactar, pero con la verdadera intención de acabar con su vida. Muerto su hijo, María Díaz de Haro tuvo que abandonar el retiro para afrontar un tercer y último mandato al frente del Señorío de Vizcaya, desoyendo la oferta de Alfonso XI, quien la ofreció la compra de los derechos de sus territorios.
Este tercer mandato fue largo y más pacífico que los anteriores, finalmente, en 1334 renunció definitivamente a sus derechos en favor de su nieta, llamada igual que ella María Díaz de Haro, que era hija de Juan “el tuerto” e Isabel de Portugal. María “la buena” murió el 3 de octubre de 1342 dejando un importante legado que siete siglos después mantiene su continuidad.
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Escudo de la casa de Haro |
María, fundadora de villas
La costumbre de fundar villas comenzó en toda Europa a lo largo del siglo XI, incorporándose el País Vasco más tardíamente; de 1180 data San Sebastián y de 1181 Vitoria, siendo el Señorío de Vizcaya el último en llevarlo a cabo. En 1199 se fundó Balmaseda que, situada en la ruta que llegaba desde Castilla, se convirtió en la primera villa vizcaína.
Siguiendo esta práctica europea, para fortalecer su posición, María Díaz de Haro decidió instaurar varias villas en lugares estratégicos, cercanos a Bilbao y con salida al mar. En 1310 legitimó la Carta Fundacional de Bilbao y el 12 de junio de 1322 otorgó a los habitantes de Portugalete la Carta Puebla por la que obtenían una serie de derechos jurídicos, económicos, mercantiles y administrativos, así como autoridad para la defensa. Desde el retiro en el Monasterio de la Consolación, y bajo el señorío de su hijo, María Díaz de Haro fundó en 1325 Ondárroa, y dos años después, en 1327 Lekeitio, todas ellas localidades que se sienten orgullosas de ostentar el título de Villa desde hace 700 años.
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