02 enero 2024

Ascensor panorámico y pasarela de Azeta, las mejores vistas de Portugalete

Portugalete es una ciudad cambiante, que continúa modificando su fisionomía según las necesidades que surgen con el paso de los años. Si el Puente Colgante, la basílica de Santa María y la torre de Salazar representan lo que la Villa significó en otros tiempos, el siglo XXI dejará también su huella en la historia de Portugalete con construcciones tan significativas como el ascensor panorámico y pasarela que une el barrio de Azeta con el parque de las laderas del mismo nombre y, a otra altura, con la calle Sotera de la Mier.

 

Una pasarela por encima de una carretera, en uno de sus extremos se ve un ascensor panorámico
La  pasarela ascensor es un homenaje a los antiguos cargaderos de mineral

 

Fisionomía del nuevo tiempo

El ascensor panorámico y pasarela de Azeta han venido a solventar la diferencia de alturas que históricamente ha habido entre el barrio de Azeta, lindando con el vecino municipio de Sestao, y la calle Sotera de la Mier, unión natural con el centro de la Villa. El elevador, que consta de tres plantas, contribuye también a acercar el parque de las laderas de Azeta a los habitantes del barrio, que encuentran en él una extensa zona verde de expansión y juegos. Al mismo tiempo, esta construcción supone una manera fácil de llegar desde la carretera BI-3739, Bilbao-Santurce, hasta la estación de metro de Abatxolo por la salida a la calle Palangreros.

A pesar de la modernidad que puede parecer tiene esta obra, inaugurada el 19 de julio de 2012, lo cierto es que está inspirada en el antiguo cargadero de mineral, que dejó de utilizarse en 1973 y del que aún se conservan algunos restos en el paseo de la ría. Este cargadero pertenece al pasado industrial que tanto contribuyó al desarrollo y riqueza de Bizkaia, en él se colocaba el hierro extraído de los montes de Triano que llegaba hasta Portugalete a bordo del tren de Galdames.

 

Entrada a la pasarela que va por encima de la carretera y que termina en un ascensor panorámico
Pasarela desde el barrio de Azeta

 

En la actualidad, la pasarela y el elevador, han pasado a ser uno de los referentes tanto de los habitantes del barrio como de las personas que llegan a la Villa a hacer turismo, ya que desde su mirador pueden contemplarse unas excelentes vistas de la ría, el Puente Colgante, el Abra, los otrora Altos Hornos de Sestao y el vecino municipio de Getxo. Sin embargo, su construcción y el proyecto inicial no estuvieron exentos de polémica, ya que fueron varias las voces, de vecinos y partidos políticos, las que consideraron que esta nueva edificación crearía un negativo impacto visual para el barrio. Finalmente, se realizaron cambios en el plan de partida, uno de ellos consistió en rebajar la altura de la pasarela ya que los vecinos argumentaban que las dimensiones proyectadas entorpecían la visión desde las viviendas más bajas.


El parque de las Laderas de Azeta, una reivindicación de décadas

El elevador panorámico de Azeta parte del primer nivel del parque que comenzó a construirse en 2010, y que actualmente consta de columpios, un rocódromo, mesas de juegos y sendas para el paseo. Pero el camino recorrido por los vecinos para conseguir hacer de las laderas de Azeta una zona verde ha sido largo y en ocasiones penoso.

La zona donde se sitúa el actual parque tiene su propia y particular historia. Durante el siglo XIX  la colina fue excavada para construir el túnel que daba paso al tren minero de Galdames, este llegaba hasta el cargadero de mineral, en el actual paseo de la ría, donde tenían su atraque los barcos encargados de transportar el hierro. Distintas compañías fueron pasando por esta explotación, desde que en 1868 Isabel II otorgó la concesión a una empresa vizcaína, hasta que finalmente dejó de funcionar en 1973. 

 

Vistas de la ría del Nervión; Portugalete, Getxo, el Abra y el puente colgante
Desde la pasarela se contemplan las mejores vistas de la ría

Esta actividad, como las instalación en la zona de gran número de industrias siderúrgicas propiciadas por la Revolución Industrial, crearon la necesidad de construir viviendas para los trabajadores y sus familias, que venidos de otros puntos de España, encontraban  en las fábricas de la ría del Nervión su oportunidad de vida. Los poblados de casas de obreros se fueron extendiendo desde Baracaldo y Sestao hasta estas laderas de Azeta.

Con el paso del tiempo el barrio fue creciendo y las inclinadas pendientes convirtiéndose en huertas, hasta que a mediados del siglo XX surgió un proyecto urbanístico en el que se contemplaba la desaparición de estas para construir unas 8.000 viviendas repartidas en 16 bloques de 12 alturas. Eran los años fuertes del desarrollismo y la especulación urbana, pero en aquellos primeros compases de la democracia, en los que los movimientos vecinales fueron tan importantes, los habitantes de Azeta, arropados por el primer alcalde constitucional, Doroteo Pinedo, consiguieron frenar el macroproyecto.

 

 Hoy se ha inaugurado oficialmente la segunda fase del parque de Azeta en Portugalete

Fuente; Tele7Radio7

El tiempo transcurrió y el plan se mantenía parado, algunas de las huertas siguieron cultivándose, pero la zona cayó en un importante deterioro, hasta que a principios del siglo XXI se aprobó un nuevo plan para convertir las laderas de Azeta en un parque de 27.000 cuadrados, un verdadero pulmón verde para Portugalete. Si bien, esta idea trajo consigo un gran sacrificio económico para la Villa por el desembolso que suponía la expropiación de los terrenos, paradójicamente, el pasado industrial de esta zona de Portugalete volvió a ser fuente de riqueza, ya que gracias a que el terreno era una antigua explotación minera se logró acceder a una partida de subvenciones por parte del gobierno central.

 

Cinco hombres con traje cortando una cinta de inauguración
Los cuatro alcaldes de la democracia y el entonces lehendakari en la inauguración

 

Finalmente, las obras pudieron llevarse a cabo, y el 19 de julio de 2012 fue inaugurada la segunda fase del parque de Azeta, que incluía el ascensor panorámico y la pasarela que nos ocupan. Este acto constituyó un verdadero hito para los vecinos del barrio, que después de tantos años de lucha contra la especulación urbanística habían conseguido tener una zona verde para el uso y disfrute de todos los portugalujos. A evento de apertura acudieron el entonces lehendakari, y también portugalujo, Patxi López y los cuatro alcaldes de la democracia que ha tenido la Villa; Doroteo Pinedo (1979-1987), Gerardo Pradas (1987-1995),  Mikel Cabieces (1995-2008) y Mikel Torres, actual alcalde desde 2008.

 

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